Andrew X
Superar al activismo
Índice
Aislamiento
El rol del activista es un aislamiento autoimpuesto de todas las personas
con las que deberíamos estar conectándonos. Asumir el
rol de un activista te separa del resto de la raza humana como alguien
especial y diferente. Las personas tienden a pensar de sí mismas
en primera persona del plural (¿a quién te refieres cuando
dices "nosotros"?) como si hiciera referencia a alguna comunidad
de activistas, en vez de una clase. Por ejemplo, durante algún
tiempo en el entorno activista ha sido popular arguír a favor
del "no más campañas aisladas" y la importancia
de "conectarse". Sin embargo, la concepción de muchas
personas acerca de lo que esto involucraba era la de "conectarse"
con *otros activistas* y otros grupos de campaña. El 18 de Junio
lo demostró muy bien; la idea fue juntar a todos los representantes
de todas las causas o asuntos en un lugar en cierto momento, relegándonos
voluntariamente a nosotros mismos al guetto de las buenas causas.
Del mismo modo, los diversos foros de debate en la red que han surgido
recientemente en el país (la Alianza Rebelde en Brighton, NASA
en Nottingham, Asamblea Disturbiosa en Manchester, el London Underground,
etc.) tienen un objetivo similar - conseguir que todos los grupos de
activistas en la zona se comuniquen. No estoy criticando esto - es un
elemento esencial indispensable para la acción futura -, pero
debería ser reconocida por la forma sumamente limitada de "conectarse"
que representa. También es interesante que lo que tienen en común
los grupos que asisten a estas reuniones es que son grupos de activistas
- lo que realmente les ocupa parecer ser una consideración secundaria.
No es suficiente simplemente el buscar conectar a todos los activistas
del mundo, ni tampoco tratar de transformar a más personas en
activistas. Contrariamente a lo que algunas personas pueden pensar,
no estaremos más cerca a una revolución si muchas personas
se hacen activistas. Algunas personas parecen tener la extraña
idea de que lo que hace falta es que todos sean persuadidos de algún
modo en hacerse activistas como nosotros y entonces tendremos una revolución.
Vaneigem dice: "La revolución es hecha todos los días
a pesar de, y en oposición a, los especialistas de la revolución."11
El militante o activista es un especialista en el cambio social o la
revolución. El especialista recluta a otros en su propia área
diminuta de especialización para incrementar su propio poder
y por lo tanto disipar la comprensión de su propia impotencia.
"El especialista.... se enrola sí mismo para enrolar a otros."12
Como un esquema de venta en pirámide, la jerarquía se
auto-replica - tú eres reclutado y para no estar al final de
la pirámide, tienes que reclutar a más personas para que
estén debajo tuyo, quienes después hacen exactamente lo
mismo. La reproducción de la sociedad alienada de los roles se
consuma a través de los especialistas.
Jacques Camatte en su composición que "Sobre la organización"
(1969)13 llega a la sagaz conclusión de que las agrupaciones políticas
terminan siendo como "pandillas" que se definen por la exclusión
- a menudo la primera lealtad de los miembros es hacia al grupo en vez
de hacia la lucha. Su crítica es aplicable especialmente a las
miríadas de sectas izquierdistas y grupúsculos a las que
estaba dirigida pero es aplicable también aunque en menor grado
a la mentalidad activista.
El grupo político o partido sustituye por propia iniciativa
al proletariado y su propia superviviencia y reproducción se
convierten en primordiales - la actividad revolucionaria se convierte
en sinónimo de "construir el partido" y reclutar miembros.
El grupo tiende a creer que goza de una apreciación única
de la verdad y todos fuera del grupo son tratados como idiotas con necesidad
de ser educados por esta vanguardia. En lugar de un debate igualitario
entre compañeros conseguimos la separación de teoría
y propaganda, donde el grupo tiene su propia teoría, que es guardada
casi en secreto en la creencia de que los candidatos a entrar no tienen
todavia la capacidad mental suficiente para comprenderla y deben ser
atraídos hacia la organización con alguna estrategia de
populismo. Este método deshonesto de lidiar con aquellos en el
exterior del grupo es similar a un culto religioso - ellos nunca te
dirán por adelantado lo que son.
Podemos ver aquí algunas semejanzas con el activismo, en la
manera que el entorno activista actúa de la misma forma que una
secta de izquierda. El activismo como un todo tiene algunas de las características
de una "pandilla". Las pandillas activistas a menudo pueden
terminar siendo alianzas de clase, incluyendo a toda clase de liberales
reformistas porque también ellos son "activistas".
Las personas se conciben principalmente como activistas y su lealtad
primaria es a la comunidad de activistas y no a la lucha en sí.
La "pandilla" es la comunidad ilusoria, distrayéndonos
de crear una comunidad más amplia de resistencia. La esencia
de la crítica de Camatte es un ataque a la creación de
una división interior/exterior entre el grupo y la clase. Tendemos
a pensar de nosotros mismos como activistas y por lo tanto como seres
distintos y con intereses diferentes de la masa de personas de clase
obrera.
Nuestra actividad debería ser la expresión inmediata
de una lucha real, no la afirmación de la diferencia y la separación
de un grupo especial. En los grupos marxistas la posesión de
la "teoría" es la cosa esencial que determina el poder.
Es diferente en el entorno activista, pero no tan diferente. La posesión
de un "capital social" relevante - conocimientos, experiencia,
contactos, equipamiento, etc. - es la cosa principal que determina el
poder.
El activismo reproduce la estructura de esta sociedad en sus operaciones:
"Cuando el rebelde empieza a creer que está luchando a favor
de un bien mayor, el principio autoritario consigue una marca (filip)."14
Este no es un tema trivial, pero está en la base de las relaciones
sociales capitalistas. El capital es una relación social entre
las personas mediada por cosas - el principio básico de la alienación
es que vivimos nuestras vidas al servicio de una *cosa* que nosotros
mismos hemos creado. Si reproducimos esta estructura en el nombre de
una política que se declara anti-capitalista, hemos perdido antes
de empezar. No puedes luchar contra la alienación con medios
alienados.
Siguiente >>
11 Op. Cit. 2, p. 111
12 Op. Cit. 2, p. 143
13 Jacques Camatte - 'Sobre la Organización' (1969) en Este Mundo que Debemos Abandonar y Otros Ensayos (New York, Autonomedia, 1995)
14 Op. Cit. 2, p. 110
|